Futuro incierto del Soat en Colombia, ¿Reforma o eliminación?
El Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, ha desencadenado un acalorado debate en Colombia al proponer la eliminación del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat), un seguro de responsabilidad civil que cubre los daños corporales causados a personas en accidentes de tránsito.
La propuesta se basa en la percepción de que el Soat ha cumplido su ciclo y se ha convertido en un instrumento de captura delictiva de fondos destinados a la salud.Esta iniciativa encontró eco en el presidente Gustavo Petro, quien respaldó la idea y señaló que el Soat se ha convertido en una fuente de enriquecimiento para los intermediarios involucrados en accidentes de tránsito.
En Colombia, se registran cerca de un centenar de accidentes viales diarios, lo que ha convertido este mercado en una mina de oro donde diversos actores se benefician de manera significativa.
El Soat, en su estado actual, se considera obsoleto y altamente vulnerable a la corrupción, desde la falsificación de documentos hasta la generación de siniestros ficticios que ponen en peligro la viabilidad del seguro. Este seguro cubre gastos médicos, fúnebres y de transporte, pero presenta lagunas donde los fondos de los asegurados y las aseguradoras pueden ser desviados ilegalmente.
Para modernizar el Soat y frenar la pérdida de recursos, se han propuesto diversas soluciones. Una de ellas es integrar este seguro dentro del sistema de salud, garantizando la atención a los accidentados en el marco de un sistema integral. Además, se busca eliminar el doble pago, de modo que los vehículos con seguro contra todo riesgo no estén obligados a adquirir el Soat, o al menos, este último sea complementario.
En cuanto al costo del seguro, se plantea que el mercado, en lugar del Gobierno Nacional, determine los precios, promoviendo la competencia entre aseguradoras y ajustando las tarifas en función del historial de uso de los asegurados.
La propuesta de reforma del Soat busca priorizar el bienestar de los usuarios y evitar que los intereses particulares prevalezcan sobre las necesidades de la sociedad. En lugar de eliminar el Soat, se plantea su repotenciación, ampliación y la erradicación de prácticas corruptas, como el llamado “carrusel de las ambulancias”