Colombia y el Mundo Lloran la Pérdida del Maestro Fernando Botero
Según familiares y fuentes cercanas, en las últimas horas falleció el maestro Fernando Botero, uno de los pintores colombianos más ilustres de la historia del arte y una figura de renombre mundial.
El viernes 15 de septiembre, a la edad de 91 años, el talentoso pintor y escultor dejó este mundo en la tranquilidad de su residencia en Mónaco. La noticia del deceso fue confirmada por el periodista de la W Radio, Julio Sánchez Cristo, quien señaló que Botero había enfrentado recientemente problemas de salud, incluyendo una neumonía que lo llevó a ser hospitalizado. A pesar de su deteriorada salud, el artista decidió continuar su recuperación en su hogar, donde siguió pintando hasta la semana pasada.
Lina Botero Zea, la hija del maestro Botero, compartió que estuvo presente en sus últimos momentos, describiendo su partida como tranquila y en paz, mientras sostenían sus manos.
Botero, que inicialmente no planeaba convertirse en artista, descubrió su pasión a los 15 años mientras vendía sus dibujos afuera de la Plaza de Toros La Macarena.
Este humilde comienzo dio paso a una carrera artística que lo llevó a la fama en Estados Unidos, donde el director del Museo Alemán, Dietrich Malov, quedó cautivado por sus icónicas ‘gordas’ y lo respaldó en exposiciones que catapultaron su estrellato.
El legado artístico de Fernando Botero se extiende por todo el mundo, y su contribución al arte colombiano y global será recordada con admiración y gratitud.
Medellín decreta 7 días de luto
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, decretó siete días de luto por el fallecimiento de Botero.
La noticia, que ha impactado a Medellín, Colombia y el resto del mundo, también generó luto entre las personas que han seguido su trabajo a lo largo de los años, sobre todo en la ciudad donde se encuentra tal vez su obra más famosa y representativa en Colombia.
Y es que la gente de Medellín se ha apropiado de las esculturas de la Plaza Botero y de las que están en otros lugares: “el Gato” de San Cristóbal, el Torso de Mujer (“La gorda”) frente al Parque Berrío, que es un punto de encuentro para muchos.
