Víctimas del conflicto armando en San Francisco recibieron reparación colectiva

Durante los años de mayor violencia en San Francisco, el deporte fue un “escape” para la población a esa realidad impuesta por la disputa entre las guerrillas y los grupos de autodefensas. 
Lo sabe bien Gabriel Jiménez Mejía. Este líder social del corregimiento Aquitania, quien sufrió el desplazamiento forzado en una de las zonas más golpeadas de este municipio antioqueño, recuerda que, “en medio del conflicto armado, el deporte era una forma de escapar del horror que estábamos viviendo y lo perdimos, lo mismo las canchas que fueron arrebatadas por los violentos”.  


Por eso se le vio feliz y entusiasmado junto a otros líderes comunales tras recibir las dotaciones deportivas y dos obras más entregadas por la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas. 
Esta entrega de elementos para diferentes deportes, uniformes, trofeos y medallería es una de las recientes acciones implementadas del plan de reparación colectiva que coordina la entidad, con cooperación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Alcaldía local. 
Esta medida fue concertada con los representantes de las víctimas del municipio, “como una estrategia para cambiar los juguetes bélicos por implementos deportivos para 23 veredas”, explica Gabriel Jiménez. 
Esto aporta a la “transformación del imaginario colectivo de la violencia por la recuperación de prácticas comunitarias como el deporte y la integración en las zonas rurales donde tuvieron más presencia los grupos armados”, afirma el director de la Unidad para las Víctimas e Antioquia, Wilson Córdoba Mena.   
Con la dotación deportiva y la reconstrucción de placas polideportivas, en los primeros meses de este año se realizará el Torneo de la Reconciliación en las zonas rurales. 
Avanzan medidas reparadoras 
Otras acciones de ese plan recién entregadas a la comunidad son el Mural de la Memoria y el Jardín de la Vida. El primero es una obra artística con imágenes de la historia del municipio, sus tradiciones campesinas y la resistencia contra el conflicto armado. El segundo espacio consiste en otro mural adornado con flores con los nombres de centenares de víctimas.  
Gracias a la reparación colectiva también se rehabilitaron casetas comunitarias en varias veredas, pavimentación de la vía entre el corregimiento y la zona urbana y se reconstruyó el parque principal del municipio y el del corregimiento Aquitania. 
Además, se implementó la medida de rehabilitación psicosocial “Entrelazando” para la reconstrucción del tejido social, los duelos colectivos, la recuperación de tradiciones y la formación a 25 líderes sociales. 


El director territorial, Wilson Córdoba Mena, destacó que el plan de reparación colectiva del municipio de San Francisco tiene más de un 70 por ciento de implementación y que es uno de los cuatro priorizados para terminar este año. 
Así mismo, indicó que “tenemos una comunidad resiliente que se beneficia no solo con este plan, sino también con el plan de retornos y reubicación de desplazados y la reparación individual que ya suma más de 5.000 millones de pesos en indemnizaciones y ayuda humanitaria”. 
“Estos recursos llegaron en tiempos de pandemia, lo que ayudó a que los efectos de esta no fueran tan fuertes para las víctimas en nuestro municipio”, destacó el alcalde Diego Alejandro Duque. 
Este municipio antioqueño, donde el 93 por ciento de sus casi 6.000 habitantes actuales fueron víctimas, sufrió desplazamientos masivos de población hace casi 20 años, tomas guerrilleras de las FARC, destrucción de la zona urbana con explosivos, masacres, asesinatos, secuestros, saqueos, confinamientos y accidentes con minas antipersonal por el conflicto armado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *